Qué significa ser voluntario?
Ser voluntario es una forma de ser, de estar en el mundo, de vivir. Ser voluntario se dice de la persona, no de un árbol ni de un gato. ¿Qué es por tanto lo que podemos descubrir en el corazón de una persona que hace voluntariado?
En primer lugar, nos deja ver que tiene los pies en la tierra, que es consciente de su ser persona, que forma parte de una sociedad en la que descubre a otras personas como ella, necesitadas de amor y de un mínimo de bienestar material; en segundo lugar, toma conciencia de que sus actos pueden influir de manera positiva o negativa en su entorno y en sí misma, es decir,su manera de vivir no es indiferente.
Voluntario es la persona que, por elección propia,
ofrece libremente su tiempo,sus conocimientos,
su experiencia…
sin recibir remuneración acambio de la acción solidaria desde el conocimiento que su
esfuerzo contribuye a la creación de un mundo mejor.
En el mundo no vivimos solos.
El voluntario no sólo se preocupa de sus necesidades, sino que también se interesa de las necesidades de los otros y se hace responsable de las soluciones.

Esto le lleva a tomar posición, y decide libremente realizar acciones que se dirigen hacia los demás. El desarrollo de éstas no se limita a la práctica personal, individual e íntima. Tampoco es un acto de espontaneidad o improvisación, sino que el voluntariado supone el trabajo en equipo de forma organizada, sistemática y sinérgica que requiere de organizaciones, asociaciones y fundaciones en las que actuar. Ser voluntario es dar a los demás una pequeña parte de tu propia vida.
Ser voluntario es dar a los demás una pequeña parte de tu propia vida.
1.1. El valor de la solidaridad
La solidaridad es un valor que la persona voluntaria descubre en lo más íntimo de su persona, porque entiende que existe una relación con las personas que le rodean. Sin la solidaridad, cada hombre o mujer se encerraría en su pequeño mundo, buscaría su propio bien sin interesarle el de los demás, yendo a su aire y en el fondo iría empequeñeciéndose sin darse cuenta.
La solidaridad se convierte en un principio esencial del desarrollo humano, sin el cual la humanidad no alcanzaría su pleno desarrollo. La solidaridad por tanto se convierte en un deber fundamental de la persona humana.
La solidaridad es una característica de la sociabilidad que inclina al hombre a sentirse unido a sus semejantes y a la cooperación con ellos. Un valor que nos ayuda a ser una mejor sociedad y que no solamente debe vivirse en casos de desastre y emergencia.
Esta unión y cooperación la podemos manifestar, cada vez que procuramos el bienestar de los demás, participando en iniciativas que nos impulsen a servirles, como puede ser la visita a los enfermos en un hospital, haciendo colectas de ropa y alimentos para los más necesitados, en un grupo
que imparta educación en comunidades marginadas, colaborando en campañas de cuidado y limpieza de calles y áreas recreativas de la comunidad, en los momentos que auxiliamos a quienes son víctimas de alguna catástrofe, es decir, prestando nuestros servicios en la creación de mejores condiciones de vida.
La solidaridad es la ayuda mutua que debe existir entre las personas, no porque se les conozca o sean nuestros amigos, simplemente porque todos tenemos el deber de ayudar a los demás y el derecho a recibir la ayuda de nuestros semejantes.
No se puede reducir el concepto de solidaridad a un simple servicio extraordinario; el término “servicio”, puede hacernos perder de vista otros aspectos de la solidaridad:
En la empresa los dueños deben procurar pagar un salario justo a sus trabajadores, de tal manera que les alcance para cubrir las necesidades primordiales de su familia; también los trabajadores en la oficina, el taller, el hospital, deben preocuparse por ayudar a sus colegas a desempeñar mejor su labor, con consejos,orientaciones o simplemente enseñarlos a hacer aquello que más se les dificulta.
En el trabajo personal: poniendo alegría y empeño por hacerlo lo más perfectamente posible, pues garantiza el progreso de la empresa y por consiguiente el propio.
Los educadores actualizando continuamente sus conocimientos, al mismo tiempo que las técnicas de enseñanza, para garantizar un mejor aprendizaje y aprovechamiento de los alumnos, además de ver en cada educando a una persona en desarrollo y formación.
En el hogar: dando un trato justo a los empleados que conviven diariamente con nosotros y nos ayudan a tener una vida más agradable
El respetar las normas de vialidad al ir conduciendo, para garantizar la seguridad de los peatones y automovilistas.
1.2. ¿Qué es ser voluntario?  Ser voluntario consiste en adquirir un compromiso: libre y altruista. Su objetivo es desarrollar actividades que contribuyan a mejorar la calidad de vida de los diferentes grupos de personas a los que va dirigido el voluntariado. Normalmente se une a los proyectos que lleva a cabo una entidad no lucrativa. Ese mejorar la calidad de vida no sólo se refiere a lo material o meramente económico, es mucho más amplio. La carencia peor que pueden tener las personas es la falta de cariño, compañía, apoyo, comprensión, formación, ayuda. En definitiva estar solas, cuando todo ser humano es un ser social por naturaleza que necesita a los demás y de los demás, para darse a ellos y ayudarles y para que estos se den a ellos y les ayuden. El voluntario se perfila en cuanto tal cuando elige de forma libre y desinteresada realizar acciones en favor de otros, sin embargo la tarea en sí le va formando y enriqueciendo. Todo voluntariado posee unas características que le son propias y que son las que hacen crecer a la persona voluntaria, destacan las siguientes: – Voluntariedad: es una acción voluntaria, de libre elección. Demuestra con ella que quiere y ama a los demás, que se interesa y preocupa por su bienestar y felicidad. Crea oportunidades para mejorar la sociedad. – Solidaridad: porque alguien me necesita. Se descubre la reciprocidad entre las personas. Observar la carencia de esta reciprocidad lleva a la acción por hacerla vida, que sea una realidad y se viva en el mundo. – Gratuidad/altruista: significa todo lo contrario de egoísta, da su tiempo y su trabajo, no por obligación, sino como fruto de una exigencia interior y de compromiso personal. No recibe remuneración alguna, actúa desinteresadamente. Busca dar respuesta a las necesidades, problemas e intereses sociales. – Promueve la justicia y rechaza toda injusticia. Trabaja por transformar la realidad injusta, luchando contra las causas que la crean, en la medida de sus posibilidades, y promoviéndola desde la paz y la concordia. – Respeta la dignidad de todo hombre y sus derechos. Reconoce el valor de la vida humana, de cada hombre por ser persona. – Trabaja en una acción y en un movimiento organizado, en el seno de una asociación.
1.3. ¿Qué implica ser voluntario?
Ser voluntario implica poner por obra unos valores y unas competencias que son requeridas en las actividades de voluntariado, así como una serie de deberes hacia la organización en la que presta la acción voluntaria.
1.3.1 Poner por obra valores y competencias
Cada persona a lo largo de su vida puede ir desarrollando y adquiriendo valores humanos, siempre y cuando quiera. Juegan un papel fundamental la voluntariedad y la libertad, sin las cuales no se podrían desarrollar. Hace falta que el interesado quiera.
“Somos lo que hacemos día a día. De modo que la excelencia no es un acto, sino un hábito”.
Aristóteles.
La persona no puede por sí misma y ella sola o aislada crecer humanamente, por una simple razón, cualquier valor del que hablemos, necesita de la interacción con los demás. Pensemos en el valor de la generosidad, implica dar o darse, pero ¿a quién? a alguien.
Lo mismo sucede con las competencias, cada persona tiene por naturaleza una serie de capacidades y aptitudes, que tiene que potenciar, están ahí pero puede aprender a ponerlas en práctica de forma más eficaz.
1.3.2 Valores que han de estar presentes en el voluntario hacia los beneficiarios. Generosidad Dar lo mejor de uno mismo. Actuar con profesionalidad, humanidad y eficacia en las tareas encomendadas. Altruismo, gratuidad Prestar al beneficiario una ayuda gratuita y desinteresada, sin esperar ni aceptar ningún tipo de compensación material. – Reconocer, respetar y defender activamente la dignidad personal de los beneficiarios (Declaración de los Derechos Humanos) – Confidencialidad y discreción en lo relativo a la intimidad de los beneficiarios – Crear un clima de respeto mutuo (sin caer en el paternalismo) – Fomentar en los beneficiarios la superación personal y la autonomía – Informara los beneficiarios de manera objetiva conforme a sus circunstancias Justicia Potenciar el desarrollo integral como persona del beneficiario – Comprender la situación del beneficiario – Informarle con amabilidad de los modos en que puede buscar su propio desarrollo – Ser paciente a la hora de esperar resultados de las acciones realizadas
2. Deberes del voluntario hacia la organización en la que presta la acción voluntaria. Responsabilidad Conocer y asumir el ideario, fines, programas, normas de regulación y métodos de trabajo de la organización. Respeto Respetar la organización sin utilizarla en beneficio propio: – Confidencialidad y discreción – Hacer uso responsable de los bienes materiales que la organización ponga a disposición del voluntario. – Utilizar debidamente la acreditación que la organización proporciona al voluntario. – Interrumpir la colaboración cuando la organización justificadamente lo solicite. En resumen: Sí, bien, pero… ¿qué se espera de un voluntario? Lo que la gente espera es un trato humano, afectivo, solidario y a la vez eficaz, que ayude realmente, que pueda resolver situaciones de necesidad. No importa tanto el compartir o no ideas o bienes con los voluntarios: sobre todo se espera ayuda prestada con cariño, respeto y honestidad. Para realizar esta tarea no basta la buena voluntad. Son imprescindibles una serie de aptitudes y actitudes. Tabla Aptitudes y Actitudes Y a ti… ¿qué te aporta ser voluntario? Sin lugar a duda, que una persona dedique su tiempo a hacer voluntariado dice mucho de ella, de su calidad humana. Marca la diferencia dentro de su núcleo de relaciones humanas, entre sus amigos. Es capaz de comprometerse con los demás, tiene la gran ambición de crear un mundo mejor, más solidario. El voluntario sin darse cuenta es el que sale más beneficiado de toda su actividad. Hace mucho bien a su alrededor, se da, pero recibe mucho más, aprende, entabla nuevas relaciones más humanas, se enriquece como persona al crecer en valores. Es un proceso interactivo da pero recibe mucho más. Podemos destacar algunos de estos beneficios intangibles: 1- Refuerza o crea un lazo con la comunidad en la que esta realizando el voluntariado. Permiten comprender mejor la realidad de quienes viven o los problemas que existen en ese lugar, ya que quizás de otra forma no las vemos o ni siquiera imaginamos que exista esta realidad. 2- Permite desarrollar la sensibilidad social y colaborar en sacar las mejores actitudes de las personas. Se aprende y siente la necesidad de comprometerse con la realidad actual. Desarrolla, integra o practica la diversidad, solidaridad, comprensión, inclusión social, sensibilidad, derechos humanos, justicia, agradecimiento, entre otros. 3- Mejora la autoestima y perspectiva de la propia vida del voluntario, debido a que el contacto directo con personas diferentes a el, les permite apreciar y valorar su situación laboral, familiar, económica, física, cultural, ambiental, etc. Se deja de lado la individualidad y el egoísmo tan frecuente para ser más humanos y generosos. 4- Protagonista y agente de cambio social, el voluntario colabora en mejorar la vida en el mundo, tanto por ayudar a personas, familias como a proteger o cuidar el medio ambiente. 
¿Qué dicen las leyes?
Desde 1996 existe una Ley del Voluntariado de ámbito estatal. Por su parte, en los últimos años prácticamente todas las Comunidades Autónomas han producido normas legales sobre el Voluntariado, en algunos casos leyes aprobadas por sus parlamentos respectivos, en otros casos decretos administrativos, dentro de su ámbito territorial y de competencias.
Todas esas leyes, reconocen unánimemente la importancia del voluntariado, su papel como expresión de la participación ciudadana en el desarrollo cultural, político, económico, de la comunidad social, y expresan el compromiso de los poderes públicos en su impulso y promoción.
En términos generales, se trata de normas que pretenden “promover y facilitar la participación solidaria de los ciudadanos en las actuaciones de voluntariado, en el seno de organizaciones sin ánimo de lucro públicas o privadas” (Ley Estatal del Voluntariado 6/1996)
En cuanto a las áreas de actuación del voluntariado, las diferentes normativas mencionan “las asistenciales, de servicios sociales, cívicas, educativas, culturales, científicas, deportivas, sanitarias, de cooperación al desarrollo, de defensa del medioambiente, de defensa de la economía o la investigación, de desarrollo de la vida asociativa, de promoción del voluntariado, o cualesquiera otras de naturaleza análoga” (Ley Estatal del Voluntariado 6/1996).
Las distintas normativas también hacen referencia a los derechos y deberes de los voluntarios, por ejemplo, tal y como señalala Ley Estatal del Voluntariado 6/1996:
A. Recibir, tanto con carácter inicial como permanente, la información, formación, orientación, apoyo y, en su caso, medios materiales necesarios para el ejercicio de las funciones que se les asignen.
B. Ser tratados sin discriminación, respetando su libertad, dignidad, intimidad y creencias.
C. Participar activamente en la organización en que se inserten, colaborando en la elaboración, diseño, ejecución y evaluación de los programas, de acuerdo con sus estatutos o normas de aplicación.
D. Ser asegurados contra los riesgos de accidente y enfermedad derivados directamente del ejercicio de la actividad voluntaria, con las características y por los capitales asegurados que se establezcan reglamentariamente.
E. Ser reembolsados por los gastos realizados en el desempeño de sus actividades.
F. Disponer de una acreditación identificativa de su condición de voluntario.
G. Realizar su actividad en las debidas condiciones de seguridad e higiene en función de la naturaleza y características de aquélla.
H. Obtener el respeto y reconocimiento por el valor social de su contribución.
Los voluntarios están obligados a: A. Cumplir los compromisos adquiridos con las organizaciones en las que se integren, respetando los fines y la normativa de las mismas. B. Guardar, cuando proceda, confidencialidad de la información recibida y conocida en el desarrollo de su actividad voluntaria. C. Rechazar cualquier contraprestación material que pudieran recibir bien del beneficiario o de otras personas relacionadas con su acción. D. Respetar los derechos de los beneficiarios de su actividad voluntaria. E. Actuar de forma diligente y solidaria. F. Participar en las tareas formativas previstas por la organización de modo concreto para las actividades y funciones confiadas, así como las que con carácter permanente se precisen para mantener la calidad de los servicios que presten. G. Seguir las instrucciones adecuadas a los fines que se impartan en el desarrollo de las actividades encomendadas. H. Utilizar debidamente la acreditación y distintivos de la organización. I. Respetar y cuidar los recursos materiales que pongan a su disposición las organizaciones.
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